15 de mayo de 2013

Un fisio en la Titan Desert (Parte 2)

Etapa 3
Con el día de descanso superado, fisios y mecánicos iniciábamos lo que iba a ser un día muy largo, y empezaba con él, nuestra verdadera Titan Desert. Nos tocó madrugar, desayunar y a mi despedirme del que hasta ese momento fue mi compañero de habitación, el gran Rafa. Digo el gran porque vaya fenómeno, en todos los sentidos. Se montó la Titan bien, bien. El masajista que mejor vivió... y de largo. Después de acabar de recogerlo todo nos esperaban unas 3h y media de bus para llegar a la meta de la 3ª etapa. El trayecto se hizo bastante largo, pero es cierto que el paisaje tan curioso y diferente a lo que estamos acostumbrados ayudó a amenizar el trayecto. (Aquí os dejo algunas fotos)

No se donde iria este buen hombre, porque en kilómetros no había ni una casa ni nada
El que nos torturó de verdad fue el conductor. 3 horas con su música... eso si que se hizo duro. Una vez en el campamento de la llegada tocó buscar la haima, que compartiría con 2 compañeros. Los Albert, 2 fisios. Hay que decir que en de la Titan se sacan muchas cosas, pero lo mejor las personas que conoces. De la Haima a dejar las maletas, ir a buscar la camilla e instalarse en la zona de trabajo (Unas cuantas fotos más para que os podáis hacer una idea de como es todo el campamento.
Mi cama en la primera noche de haima
Por ahí estaba mi camilla

Con todo en su sitio y preparado, los fisios y mecánicos aprovechábamos para comer pronto, antes de que llegaran los ciclistas, porque después era imposible. Charlas y momentos distendidos. Comentarios sobre los Titanitos (moneda oficial de la Titan), anécdotas, risas... momentos de tranquilidad antes de que empiecen a llegar corredores a las trincheras. Muchos de ellos podrían pasar perfectamente como actores de Salvar al soldado Ryan, porque llegaban destrozaditos. Con la comida ya en el estomago tocaba ir a la llegada a esperar a los primeros corredores. Esperamos más de lo que pensábamos, y eso hizo que todos nos preguntáramos por la suerte de nuestros corredores menos fuertes y a hacer cálculos. Si estos llevan tantas horas y aun no han llegado... hoy nos llegan 2 fuera de control. Esperando y esperando llegaba Zubero, ganador de la 3ª etapa. A la vez llegaban noticias de la caída de Heras, que abandonaría la carrera por fractura de clavícula. Seguían llegando corredores, todos ellos vacíos, destrozados, deshidratados, llenos de polvo. Muchos coincidían en que había sido la etapa más dura de las últimas Titan. Al poco rato de llegar los primeros ya tocaba irse a la zona de las camillas para ponerse manos a la obra, y nunca mejor dicho. Una vez empiezas, ya no paras de trabajar. Oír la historia de cada uno de los 11 corredores. Cada uno con su punto de vista y con su sufrimiento y sus objetivos para el día siguiente. Creo que los fisios tenemos la suerte, sobretodo en este tipo de carreras, de tener un trabajo muy agradecido. Es cierto que los corredores de primera fila lo tienen todo claro. No necesitan muchos consejos, aunque si se intercambian opiniones e ideas y planteamientos. Algún consejo o información, sobretodo para la salida del día siguiente, relacionado con el trabajo hecho en camilla, en algunos casos es imprescindible. Os pongo un ejemplo.

Teniendo en cuenta la 4ª etapa, y con un corredor entre los 15 primeros y luchando por el podium de la categoría, decidí darle un masaje de piernas un poco más fuerte de lo que podría ser habitual en estos casos. Evidentemente siempre dentro de un límite. La 4ª etapa era corta, sin grandes dificultades y podía ser el día perfecto para descargar bien las piernas pensando en el tramo final de la carrera. Yo advertí al corredor de que calentara bien, y que aun así los primeros kilómetros de la etapa podía notarse con menos chispa. En caso de pasarle, tenía que sufrir un rato, porque a la que empezara a sudar la pierna todo iba a funcionar con normalidad. En este caso concreto, el corredor necesita esa información, conocer que se va a encontrar y de esta manera lo afrontara con tranquilidad y sin generarle dudas.

Ese mismo día y para sorpresa mía acabaron todos los corredores. El último de ellos no quería salir al día siguiente, venía derrotado después de más de 10 horas encima de la bici. Es en estos casos es cuando de verdad hay que saber darle la vuelta a la tortilla. Y más allá del trabajo físico, se debe intentar ayudar a cambiar ese pensamiento, hacerle ver que el día ha pasado, que se va a descansar, que la siguiente etapa es más cómoda, en la que puede intentar recuperar (en la medida de lo posible), y que el objetivo es acabar. Que igual que él están todos y es normal encontrarse de esa manera.

Con el trabajo acabado, más allá de las 22:45 PM, tocaba recoger la zona de trabajo. Camilla plegada y en la bolsa para ir a la haima a cenar. 4 trozos de pan por cabeza que nos comeríamos en la haima. Cada uno sacó lo que llevaba en la bolsa, queso, jamón, fuet... y entre los 3 nos apañamos la cena. Más vale esto que nada y con el estomago lleno a dormir unas horas. A las 7 AM tocaba empezar un nuevo día.

Quiero agradecer a Jordi Sandor que me diera ampollas de Totum Sport para recuperar a algunos de mis corredores. La verdad es que lo vi, y como sabía que el tenía, conocía el producto porque lo utilizo habitualmente y se que va genial, quise darselas porque llegaban realmente deshidratados a meta. Así que gracias a Jordi que estuvo pendiente en todo momento que no nos faltaran ampollas.

Etapa 4
Tras pasar la primera noche en la haima, que por cierto descansé de lujo, a las 6 AM nos despertó la canción con la que cada mañana despertaban al campamento.
Me quedé hasta las 7, apurando al máximo para a las 7:15 estar disponible para posibles percances de última hora. Como no podía ser de otra manera, un inesperado dolor de rodilla de uno de mis corredores me hizo ponerme manos a la obra. Valoración rápida y kinesio en la rodilla para intentar que la zona de dolor trabaje con mayor comodidad y no duela al pedalear.

Con el primer apaño hecho, me iba a coger el sitio bueno para ver la salida, que como cada mañana se daba a las 8 AM. Los primeros salían agrupados, pero hacia mitad de pelotón ya era un sálvese quien pueda. Cada uno a su bola, buscando su sitio.
Salida 4ª etapa
 Todos los corredores en marcha, así que era momento de desayunar, coger la maleta y empezar el viaje de 1 hora y media de bus hasta la llegada. Este día nos pilló el toro. Situados en la haima, cuando fuimos a recoger las camillas los primeros ya habían llegado. Rápidamente montamos el chiringuito y a los pocos minutos ya empezábamos a amasar.

El primer corredor en llegar, era al que el día anterior le había dado un poco más de caña de lo normal. Y me dijo "ostia tio, como me he acordado de ti en la salida" y seguía "suerte que me avisaste, porque sino me hubiera dejado ir, no podía. Han sido 10 minutos, después ya bien y normal". Esa era la previsión, le dije. Además yo sabía que un corredor como el que tenía, es de estos corredores que no se guarda ni un gramo, de los que siempre van hasta que revientan. Muy fuerte de cabeza, así que estaba seguro que sabría sufrir de salida.

Gracias a la rápida llegada de mi primer corredor pude aprovechar para comer algo rápido mientras esperaba que llegara el siguiente, incluso hacerme una foto muy graciosa con un bebe dromedario.
Sabía que una vez entrara en meta el segundo de los mios ya no iba a parar hasta muy tarde. Al fin llegaba el segundo, el tercero. Iban llegando todos, hoy con mucha mejor cara que el día anterior. Las piernas empezaban a estar un poco cargadas, pero sorprendentemente aguantaban mucho mejor de lo esperado en un principio. La anécdota de la tarde fue un mini tornado que nos entro en la carpa mientras dábamos masaje. Mis compañeros se lo vieron venir y se engancharon a los hierros de la carpa para evitar que saliera volando. Casualidades de la vida, yo estaba con el corredor que el día anterior no quería salir en la 4ª etapa. Así que estaba viviendo la experiencia de la Titan al límite. Ya no podía relajarse ni durante el masaje. Poco a poco los supervivientes pasaban por la camilla, y a las 22:00 terminaba mi jornada de trabajo. Por suerte no iba a tener que recoger nada ya que la 5ª etapa también llegaba al mismo sitio. Con otra jornada más superada a dormir.

La semana que viene el desenlace de la Titan.

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